Jacob Nielsen (1957) es un ingeniero danés conocido como el padre de la usabilidad en la web. En 1994 definió, junto a su compañero Rolf Molich, los 10 principios heurísticos de la usabilidad en el diseño de interfaces de usuario. Desde entonces, este método de evaluación se ha convertido en un estándar para todos los profesionales que trabajan mejorando la experiencia de los usuarios que visitan sitios web.

La usabilidad es la facilidad de uso que posee una herramienta para que una persona consiga satisfactoriamente un objetivo concreto. El dispositivo en uso puede ser un libro, una máquina, un vehículo, un objeto (ergonomía), una app, una página web, etcétera. En este post, nos centraremos en la usabilidad de los entornos web, que es la disciplina que estudia la forma de diseñar sitios web para que los usuarios puedan interactuar con ellos de la forma más fácil, cómoda e intuitiva posible.

Muchas veces la usabilidad se confunde con diseño visual, pero el diseño no es el único elemento importante para el éxito de un site. Lo que no impide que siempre debamos esforzarnos para conseguir entornos visualmente atractivos. La arquitectura de contenidos, la accesibilidad a esos contenidos, una buena lectura de los textos y menús, el uso de recursos gráficos que aporten –y no distraigan– y la rapidez con la que la información se muestra al usuario son factores esenciales para que el usuario encuentre lo que busca empleando el mínimo esfuerzo. El 77% de los usuarios vuelve a un sitio si le ha resultado fácil navegar por él, y reducir la tasa de rebote, aumentar el tráfico y el tiempo de permanencia son objetivos primordiales en cualquier estrategia de marketing digital.

Veamos ahora cuáles son esos 10 principios:

1. Visibilidad del estado del sistema
El usuario debe estar siempre informado de lo que está ocurriendo en la web y recibir esa información en un tiempo razonable. Por ejemplo, cuando rellenamos y enviamos un formulario, el sistema nos debería ofrecer un aviso cuando se haya recibido la información correctamente (o no) y qué sucederá a continuación.

2. Relación entre el sistema y el mundo real
El sistema debería hablar el mismo lenguaje del usuario, con palabras y frases ‘del mundo real’ evitando el lenguaje técnico propio de la informática. Términos como ‘autenticar’, ‘logar’ o ‘encriptar’ podrían no ser entendidos por muchas personas. Además, la información debería aparecer en un orden lógico y natural.

3. Control y libertad del usuario
A veces los usuarios seleccionan funciones del sistema ‘por error’ y necesitarán una ‘salida de emergencia’ clara que les devuelva al estado anterior. Estás opciones, como las de ‘rehacer’ y ‘deshacer’, deben mostrarse de una forma clara.

4. Consistencia y estándares
Cualquier acción, situación o palabra en un sitio que el usuario no reconozca –aunque realmente signifique o funcione igual que en otras webs– será cuestionada. Debemos usar los términos y acciones a los que el usuario ya está acostumbrado si no queremos que abandone o ‘le explote el cerebro’.

5. Prevenir errores
Mejor que proporcionar cuidados mensajes de error es preferible trabajar para prevenir que se produzcan.

6. Reconocer antes que recordar
Evitar que el usuario memorice las acciones para llevar a cabo sus objetivos. Las instrucciones para el uso del sistema deben ser visibles en todo momento o ser fácilmente recuperables cuando sea necesario.

7. Flexibilidad y eficiencia de uso
Adaptarse a la experiencia del usuario y en función de ésta, ofrecerle diferentes formas de navegar por el entorno. Por ejemplo, dar la posibilidad a los usuarios más expertos de usar atajos o botones para saltar los pasos que ya conocen.

8. Estética y diseño minimalistas
Cada unidad extra de información no relevante compite con unidades de información relevantes y hace que disminuya la visibilidad de estas últimas. Make it simple.

9. Ayudar a los usuarios a reconocer
Los mensajes de error deben expresarse en un lenguaje claro, sin códigos, indicar cuál es el problema y sugerir una solución.

10. Ayuda y documentación
Aunque lo ideal es que el sistema pueda usarse sin instrucciones, a veces es necesario aportar ayuda y documentación. Ésta debe ser fácil de encontrar, no demasiado extensa y centrada en las tareas del usuario, que incluya un listado de pasos a realizar en caso de problemas.